En capítulos anteriores te presentamos la uva Garnacha tinta, uva Syrah y uva Malvar, tres de las más importantes variedades recogidas en la D.O. Vinos de Madrid, protagonistas de algunos de los mejores vinos de Madrid 2020. En esta cuarta entrega haremos análisis de los vinos Tinto Fino en Madrid.
VINOS TINTO FINO EN MADRID
La Tinto Fino, una de las variedades de uva tinta protagonistas de la DO Vinos de Madrid es un clon de la variedad tempranillo, también conocida como Cencibel, que es la mayor variedad de uva negra de España en términos de calidad, importancia y prevalencia. Los grandes vinos de La Rioja, La Mancha y Castilla siguen siendo monovarietales de esta uva.
Esta variedad en la región de Madrid está autorizada en las 4 subzonas de la Denominación de Origen, suponiendo prácticamente el 50% del total de uva tinta vendimiada en la Denominación, pero donde tiene más arraigo es en la subzona de Arganda.
En este momento no encontrarás vinos tinto fino de Madrid en nuestra tienda online. No obstante, nuestro proyecto está en pleno proceso de crecimiento. Muy pronto ampliaremos nuestro catálogo y podrás disfrutar de aún más variedad de vinos elaborados en nuestra región. ¡Apostamos por la calidad de los Vinos de Madrid, por el producto local y el trabajo de nuestros agricultores y bodegueros!
PROPIEDADES AGRONÓMICAS
Su comportamiento varía, ya que se nombra con diferentes referencias en distintos lugares. Como su nombre indica, esta variedad tiene un ciclo más bien corto, llamado “Tempranillo”, lo que la hace susceptible a las heladas primaverales, así como al oídio, a los ácaros y a la polilla del racimo (un fenómeno muy común, pero que no constituye un problema grave si se previene).
Se puede podar corto y seguir produciendo una buena cosecha. Si se va a extender la poda al sistema de guías, es mejor hacer un cordón royat. De lo contrario, tenderá a sobreproducir y los costes de poda serán elevados.
También madura rápidamente, lo que (junto con su contenido en compuestos fenólicos, su textura y su cuerpo) es un factor decisivo para que sea una variedad preferida en este país.
PROPIEDADES ENOLÓGICAS
Es cierto que “vale tanto para un roto como para un descosido”, pero para concretar, para conseguir un vino de calidad, hay que prestar atención a la edad del viñedo, la cantidad de producción o el espacio en el que se cultiva.
En general, los vinos tienden a ser de alto rendimiento, ricos en polifenoles, bien adaptados a la madera y de baja acidez. La alta concentración de taninos (los buenos enólogos saben maximizarlos y atemperarlos en barrica y botella) es uno de los secretos de la longevidad del vino.
En las primeras etapas, el vino puede presentar sedimentos de algún tipo, como pigmentos o sales ácidas insolubles (que deben considerarse parcialmente importantes).
El color tiene un corazón rubí, con ondas de granate y rojizo en los bordes. Tiene aromas animales, aceitosos, especiados, balsámicos, tostados y de regaliz (a esto le llamamos complejidad), una sensación en boca carnosa, larga y profunda, con taninos maravillosos y envolventes.
MARIDANDO LA TINTO FINO
Una variedad tan tradicional en el panorama nacional va perfecta con algo también tradicional: un guiso de rabo de toro, con su verdurita, sus especias, su patata panadera y su ensalada de canónigos de complemento. El resultado es algo para chuparse los dedos, pringoso por la gelatina y sabroso por la pimienta de Cayena. De postre, leche frita con piñones de la sierra.
Te animamos a probar este maridaje en tu próxima excursión enoturística por Madrid, visitando espacios tan maravillosos como la Vega del Alberche, la Sierra de Gredos y, por supuesto, Villa del Prado.
